Esta atípica iglesia, construida en el S XII, aún conserva la esencia propia de los templos románicos del rural gallego. Las dos capillas renacentistas anexas, de los siglos XVI-XVII, realzan este “sabor” en una curiosa combinación de estilos arquitectónicos.
Consta de una sola nave recta rematada en una ábside semicircular. En la fachada occidental pueden verse dos interesantes arcos ciegos que flanquean la portada principal, y un hermoso campanario. En el muro sur, hay una puerta lateral con una arquivolta y tímpano decorado con cinco pequeños arcos. El ábside está dividido en tres tramos por columnas que llegan hasta la cornisa, en cada tramo se abre una saetera de una arquivolta decorada con bolas. La parte superior del ábside es una ampliación posterior.
En el interior, el arco triunfal de medio punto se apoya en columnas de capiteles con motivos florales y bases decoradas con garras.
La construcción anexa al muro sur fue capilla funeraria de los Salgado-Gundín, y hay varios sepulcros de este linaje del pazo de García-Sánchez, uno de ellos con estatua orante. El escudo de armas de la familia se puede ver en el exterior de la misma. La capilla lateral del lado opuesto también tiene origen señorial, como refleja el escudo de armas en el que se ven los blasones de varias de las familias más representativas de la comarca. En el interior estuvo situado un sepulcro con estatua yacente de un caballero de la casa de Beilás, que actualmente se encuentra en la nave central.