Destaca por la abundancia y pureza de sus elementos románicos del siglo XII.
El ábside rectangular, presidido por el Agnus-Dei, conserva canecillos y ventana de una arquivolta sobre columnas adosadas con capiteles con hojas, fustes lisos y bases decoradas con garras, con una saetera en el centro.
Posee una portada lateral de una arquivolta, sobre columnas con capiteles piramidales, decorados con trazos que forman rombos y ángulos y también hojas redondas. El tímpano está adornado con dos filas de círculos de cinco radios. Los muros norte y sur conservan los canecillos y las ventanas saeteras.
En el interior destacan los dos arcos que hay en el ábside, el triunfal y un arco fajón, ambos sostenidos por columnas con capiteles decorados con grandes hojas y bases decoradas con garras.
La fachada occidental o principal es moderna.