En el ayuntamiento de Lalín, la maestría de los canteros tiene uno de sus mayores exponentes en la arquitectura religiosa. El granito es la piedra en la que, a lo largo de los siglos, se refleja tanto la devoción del pueblo, como el magno poder de la iglesia.
El aficionado al arte religiosa encontrará pequeñas iglesias representativas del románico rural, pero también construcciones imponentes y solemnes como el santuario neoclásico de Nuestra Señora del Corpiño, en Losón. La iglesia de Santa Baia de Palio hará las delicias de aquellos que disfrutan con las líneas sencillas del románico inicial
En Santa Baia, la de Donsión, el visitante reconocerá la huella de los maestros del barroco compostelano. Son estos dos estilos, románico y barroco, los más abundantes, pero también hay interesantes vestigios del período gótico como en “Santa María de Soutolongo”, donde además podemos admirar sus pinturas murales y los sepulcros de los señores de Des.
La habilidad del cantero cobra especial importancia en la construcción de los cruceros. Erigidos por motivos diversos, el poder de los cruceros es tal que, segundo las leyendas, quien en ellos se refugie no podrá ser obligado a formar parte de la “Santa Compaña”, la misteriosa procesión de ánimas que vaga por las noches de Galicia. Sean o no ciertas las leyendas, los cruceros son uno de los elementos religiosos mas típicos de esta Comunidad. El más antiguo del municipio, en Lalín de Arriba, fecha de 1675 pero aun hoy los cruceros son un símbolo de la identidad de nuestra tierra.
Recorrer el patrimonio religioso del ayuntamiento descubriendo figuras de animales mitológicos, conchas de vieira testigos del paso de peregrinos hacia Compostela o las señales de la presencia de la “Orden del Temple”, será una experiencia fascinante para quien preste atención a los pequeños detalles, esos que hacen de cada construcción un ejemplar único.
Las muestras del arte religioso mencionadas anteriormente son sólo algunas de las más representativas.